La montaña es un entorno atrayente para algunas personas. Les supone entrar en contacto con la naturaleza y superarse a sí mismos. Enfrentando retos cada vez mayores y poniendo a prueba su fortaleza física y mental. ¿Cómo iniciarse en este apasionante deporte?
En una entrevista realizada por la revista Uppers al montañero vasco Juanito Olazabal, con motivo de su retirada a los 65 años, el escalador de los ocho miles comentó que en las montañas se siente una distancia prudencial respecto al mundo y respecto a uno mismo. Algo que te hace sentirte realmente bien.
Olazabal ha protagonizado 47 expediciones a las 14 cumbres más altas del mundo. Se inició en el montañismo siendo un niño, acompañando a su padre Rufino, en la subida a picos de las montañas de su provincia, Álava. Con el tiempo se dio cuenta de que aquello no era una afición de juventud. La montaña había prendido en él. Empezó entonces a formarse en técnicas como la escalada, la cual apenas había abordado, y a inscribirse en expediciones.
Cuando le preguntan acerca de qué consejo le daría a un joven que se inicia en el montañismo, él afirma que le esperan años apasionantes e intensos en los que tiene que dar todo lo mejor que tiene mental y físicamente. Lo más importante es no dejarse atrapar por la euforia de llegar a la cima y disfrutar la vida y lo que estás haciendo intensamente.
Para introducirse en el mundo del montañismo y la escalada es necesario formarse y hacerlo acompañado. José Luis, de Barcelona, que ha hecho sus pinitos practicando escalada tanto en rocódromos cubiertos como al aire libre, nos dice que para dar un paso más allá se inscribió en un curso de escalada en Cantabria organizado por «Picos», Guías de Montaña, una empresa que organiza actividades y cursos formativos relacionados con el montañismo en los Picos de Europa y la Cornisa Cantábrica.
Estos son algunos aspectos importantes para iniciarse en el montañismo:
Preparación física y mental.
Se habla mucho de la preparación física, pero practicar el montañismo a un cierto nivel es necesario tener una gran fortaleza mental. No dejarnos abatir por las adversidades y por la tentación de abandono. La revista argentina Cultura de Montaña nos plantea estas claves para preparar nuestra mente:
- Programar nuestro cerebro. Debemos tener el cerebro acostumbrado a trabajar por objetivos. Lo que hacemos tiene un fin último, llegar a la cima. Todo está en función de ese objetivo. Es importante plantearse etapas intermedias, con objetivos intermedios, pero lo primordial es no perder nunca de vista el objetivo final, lo que da sentido a todo lo que estamos haciendo.
- Permanecer motivado. Emprendemos la aventura porque estamos ilusionados en superar un reto. Es fundamental no perder esa motivación a lo largo de todo el trayecto, incluso en los momentos más críticos. Al fin y al cabo, será la motivación lo que nos hará continuar.
- Visualización. Mantén ideas positivas en tu mente, y elimina las de derrota. Plantéate retos pequeños, cómo llegar a ese pequeño saliente que tienes a unos pocos metros. Después ya abordarás la siguiente etapa.
- Concentración. Es importante concentrarte en lo que estás haciendo y disipar cualquier idea que te distraiga de tu objetivo, sobre todo las ideas negativas y derrotistas. Mediante la concentración podrás tener pleno control sobre tu cuerpo y tu mente. La unión de ambas es lo que te permitirá llegar a la cima.
En cuanto a la preparación física, enfócate en ejercicios que desarrollen la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Incorpora al entrenamiento ejercicios como flexiones y abdominales, para fortalecer los músculos utilizados en la escalada. Agrega ejercicios de entrenamiento de dedos y antebrazos para mejorar el agarre. La resistencia cardiovascular también es esencial, así que incluye actividades como correr o hacer senderismo. No descuides la flexibilidad: realiza estiramientos dinámicos y estáticos para mejorar la movilidad. Combina estos ejercicios en una rutina equilibrada, trabajando diferentes grupos musculares en días alternos para permitir la recuperación.
Iniciación en entornos controlados.
La iniciación en entornos controlados es un paso crucial para iniciarse en la escalada. Los rocódromos y las instalaciones de escalada bajo techo ofrecen un ambiente seguro para aprender las habilidades básicas. Aquí, los principiantes pueden practicar técnicas de escalada, mejorar el agarre y la colocación de manos y pies, y familiarizarse con el equipo. Los instructores suelen estar disponibles para brindar orientación y consejos. Esta etapa permite ganar confianza gradualmente, minimizando riesgos en comparación con la escalada en roca natural.
Estas son las habilidades que iras adquiriendo en este proceso inicial:
- Nudos y aseguramiento: Aprender a hacer nudos de escalada es fundamental. En los rocódromos, los instructores pueden enseñarte cómo hacer nudos como el nudo de ocho y el nudo de alondra. Practicarás aseguramientos básicos como el «aseguramiento» con cuerdas y sistemas de poleas, controlando el ascenso y descenso del escalador.
- Técnicas de escalada: En los rocódromos, puedes practicar movimientos esenciales como la colocación de manos y pies, la utilización de agarres y la distribución de peso. Aprenderás a leer las rutas y resolver problemas de movimiento.
- Comunicación: Adquirirás términos y señales utilizadas en la escalada para comunicarte con tu compañero. Esto es crucial para una escalada segura, especialmente en situaciones de aseguramiento.
- Conocimiento del equipo: En los entornos controlados, te familiarizarás con el equipo esencial: arneses, cascos, cuerdas, mosquetones, etc. Aprenderás a inspeccionar el equipo antes de cada escalada.
- Gestión del miedo: A medida que adquieras confianza en el rocódromo, aprenderás a manejar el miedo y enfrentarás desafíos de manera progresiva. Esto es básico para afrontar rutas más desafiantes en el futuro.
- Principios de seguridad: Los rocódromos y entornos controlados son lugares donde puedes entender y practicar los conceptos de seguridad, como la importancia de los aseguramientos y cómo lidiar con situaciones de emergencia.
- Respeto por las normas: A través de la práctica en entornos controlados, interiorizarás la importancia de seguir determinadas reglas y pautas de seguridad. Esto sienta las bases para una actitud responsable en la escalada al aire libre.
A medida que desarrolles estas habilidades básicas, te sentirás más cómodo y seguro al enfrentar rutas más desafiantes y entornos menos controlados.
Escalada en roca natural.
La escalada en roca natural representa un cambio importante en comparación con la preparación en entornos controlados como los rocódromos. Esta transición desafía a los escaladores de diversas maneras y abre nuevas oportunidades para el crecimiento y la aventura.
Una de las diferencias más notables radica en la naturaleza variable del terreno. Mientras que en los rocódromos, las presas son predecibles, en la roca natural cada superficie es única. La adaptación constante a la textura y forma de la roca añade una complejidad que requiere que los escaladores ajusten sus movimientos y técnicas en tiempo real.
Los factores ambientales desempeñan un papel clave. En los entornos naturales, las condiciones climáticas pueden cambiar drásticamente, afectando el agarre, la fricción y la comodidad general durante la escalada. Debemos estar preparados para lidiar con elementos como el viento, la temperatura y la humedad. Cosa que no es necesaria en un entorno controlado bajo techo.
Otra diferencia es la ausencia de rutas marcadas. Mientras que los rocódromos suelen tener rutas predefinidas con colores o marcas, la escalada en roca natural implica leer y comprender la roca en busca de la mejor ruta. Esto exige una lectura aguda de la superficie y la capacidad de tomar decisiones rápidas sobre dónde colocar manos y pies para avanzar.
La gestión de riesgos se amplía considerablemente en la montaña. La imprevisibilidad del terreno y las condiciones climáticas exigen una mayor atención a la seguridad. La elección de rutas adecuadas y la toma de decisiones informadas sobre cómo proceder son esenciales para garantizar una experiencia segura y gratificante.
La escalada en roca natural brinda una conexión directa con la naturaleza, ofreciendo vistas impresionantes y la satisfacción de conquistar cimas reales. La planificación y la navegación cobran un papel central en esta modalidad, ya que en lugar de seguir rutas predefinidas, los escaladores deben trazar su propio camino hacia la cima.
Al adentrarse en el mundo de la escalada, es esencial tener en cuenta algunas claves para una tener una experiencia exitosa y gratificante. En primer lugar, mantén un nivel saludable de entusiasmo, pero proponte metas realistas. Si bien la emoción puede ser contagiosa, es importante comenzar con desafíos que se adaptan a tu nivel de habilidad actual.
Enfocarse en la técnica y el equilibrio es más importante que depender únicamente de la fuerza física. Aprende cómo colocar tus manos y pies de manera estratégica para maximizar el uso de tu energía y minimizar el cansancio. La escalada es un deporte que combina destreza mental y física.
Finalmente, mantén la paciencia y la perseverancia en todo momento. La escalada es un proceso continuo de aprendizaje y superación. Celebra cada logro, sin importar cuán pequeño sea, ya que cada paso adelante te acerca a desafíos más emocionantes. La paciencia es la clave para avanzar de manera constante en este apasionante deporte.