Los tiempos están cambiando y lo están haciendo para todas las personas. También está cambiando todo lo que tiene que ver con cualquier actividad económica: con la producción en fábricas, con el trabajo en oficinas, con la alimentación, con el deporte… Absolutamente todo está transformándose con el propósito de hacer una sociedad más eficiente y mejor. Todo esto va en beneficio del ser humano, un ser humano que tiene que encontrar la manera de hacer de su vida algo mejor y que, por lo que parece, lo va consiguiendo, aunque sea a diferentes velocidades.
En los párrafos que siguen, os vamos a hablar de los cambios que vienen ocurriendo en el sector de la automoción, que es uno de los que se están transformando de una manera más rápida. Desde luego, de un tiempo a esta parte ya empezamos a ver cómo los modelos de vehículos han ido cambiando, dando lugar a coches eléctricos e híbridos. Como es lógico, la apuesta por cuidar de nuestro medioambiente ha sido una de las claves para que esto se haya convertido en una realidad tangible a día de hoy. Es nuestro deber como seres responsables que somos.
¿Cómo estamos respondiendo los españoles ante ese cambio que hemos comentado que se está produciendo en el sector automovilístico? La verdad es que los datos podrían ser mejores. Según lo que indica el portal web Xataka, mientras que en Europa en 2020 se duplicó la venta de vehículos eléctricos, en España apenas se vendieron 18.000. Estamos lejos de terminar de cambiar esa mentalidad y empezar a apostar de verdad por nuestro entorno. Estamos convencidos, eso sí, de que tarde o temprano lo vamos a conseguir. Esperamos que sea más antes que después, pero solo el tiempo puede responder a eso.
Pero no todo es negativo. Y si no lo creéis, mirad el enlace que os vamos a dejar a continuación, que procede de la página web Motorpasión. Según la información que podréis encontrar ahí, hasta el 90% de los españoles estaría dispuesto a comprar un coche eléctrico para reducir la contaminación, lo que pone de manifiesto que hay voluntad para cuidar del entorno que nos rodea. Hay que aprovechar este buen dato para que, cuando a la gente de nuestro país le haga falta un cambio de vehículo, se decanten sin ninguna duda por uno eléctrico. Es lo que le hace falta a nuestra Tierra.
Son cada vez más personas las que muestran interés por la compra de un coche eléctrico y esta es una buena noticia para nuestro planeta. Nos encontramos en un momento que los expertos han considerado como crítico para el devenir de la Tierra y reducir la contaminación se ha convertido en una de las grandes prioridades de la gente. Los profesionales de Autofer nos han indicado que eso está empujando cada vez a más personas a adquirir un coche eléctrico y que las previsiones de cara a los próximos años indican que ese volumen de gente va a seguir creciendo.
Un deber ético y moral
Todos y todas tenemos, al menos, un poco de culpa al respecto de la situación en la que se encuentra nuestro medioambiente. Y por eso tenemos el deber ético y moral de subsanar esa huella de carbono que hemos ido generando a medida que hemos ido cumpliendo años. Está bien que, ahora que todo el mundo reconocer tener algo de culpabilidad en este asunto, busquemos soluciones para hacer que nuestros pueblos y ciudades vuelvan a ser espacios limpios y que estén libres de cualquier tipo de contaminación.
Adquirir un coche eléctrico es, desde luego, una manera excepcional de contribuir al cambio que tanto se está demandando desde asociaciones ecologistas e instituciones públicas. Sin embargo, hay que tener en cuenta una cosa: solo es una manera de conseguirlo, pero hay muchas más. El reciclaje, el uso de luces LED, el uso de materiales biodegradables y otras tantas cuestiones tienen también mucho que ver en lo que respecta a esa lucha contra el mal estado de salud del planeta en el que nos encontramos. Como veis, no solo nos tenemos que limitar a una cosa para potenciar el cuidado de nuestro medioambiente.
Es el momento de que todos y todas pongamos de nuestra parte para intentar que cambien las cosas en el planeta. Es cierto que las instituciones deben hacer esfuerzos más grandes para ello, pero cada persona debe ser consciente, en el desarrollo de su día a día, de todo lo que puede hacer para hacer de su entorno un sitio mejor. Ojalá que un día podamos decir que el peligro ha desaparecido y que nuestra Tierra es un lugar seguro y libre de contaminaciones. Eso es difícil conseguirlo, no cabe duda. Pero bajar los brazos no ha de ser una opción.