Numerosos estudios han comprobado la relación que existe entre la salud cardiovascular y las caries. La Organización Mundial de la Salud informa que 3.500 millones de personas tienen problemas con esta patología y con las enfermedades de las encías, que afectan a unos 770 millones de personas.
Algunos científicos descubrieron que la enfermedad de las encías puede incrementar el riesgo de cáncer de estómago y esófago. El cáncer de estómago es uno de los más silenciosos, en Estados Unidos solo uno de cada cinco se diagnostican en una etapa inicial.
Los cáncer que causan un mayor número anual de muertes son los de hígado, estómago, pulmón, hígado, colon y mama. Un cáncer gástrico aumenta a partir de los 50 años y es más frecuente en hombres que en mujeres.
Los síntomas más comunes son: sufrir dolor abdominal, poco apetito, acidez, náuseas, pérdida de peso involuntaria, digestiones muy pesadas, tener una sensación de saciedad, dificultad para tragar, palidez, falta de aire, la sensación continuada de cansancio, taquicardia y anemia.
En la tercera fase el paciente encontrará sangre en las heces o en los vómitos. «Si es así, se requiere una visita a un médico especialista en gastroenterología», aconseja Umut Sarpel, profesora asociada y oncóloga quirúrgica en Mount Sinai Health System de Nueva York.
Muchos de los síntomas de este cáncer pueden ser confundidos con una gastroenteritis, una infección vírica o una úlcera.
«Tener sobrepeso u obesidad incrementa el riesgo de algunos tipos de cáncer de estómago, por lo que lograr y mantenerse en un rango de peso saludable podría reducir su riesgo», informa la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
Los expertos explican algunas recomendaciones para prevenir este cáncer: realizar ejercicio físico, evitar comidas ultra procesadas, una alimentación rica en frutas y verduras frescas, limitar el consumo de alcohol y no fumar.
Un estudio dirigido por el epidemiólogo y gastroenterólogo Mingyang Song, de la Facultad de Medicina de Harvard, ha publicado en la revista ‘Gut’ una relación directa entre la enfermedad periodontal y un aumento del riesgo de padecer cáncer de estómago y esófago.
En el estudio participaron 98.459 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras (1992-2014) y 49.685 hombres del Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (1988-2016).
Los científicos examinaron la asociación de antecedentes de enfermedad periodontal y pérdida de dientes con el riesgo de cáncer esofágico y gástrico (estómago).
Descubrieron que la presencia de enfermedad de las encías se asoció a un 43% y un 52% más de riesgo de cáncer de esófago y cáncer gástrico.
Los científicos informan que la microbiota oral, es decir, las bacterias de la boca pueden estar implicadas en el desarrollo del cáncer, pero también que la enfermedad periodontal, podría promover la formación de nitrosaminas, implicadas en la génesis del cáncer de estómago.
Los autores del estudio explican que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre causa y efecto, y tampoco pueden descartar la posibilidad de que parte del riesgo observado pueda deberse a otros factores no medidos.
«Juntos, estos datos respaldan la importancia del microbioma oral en el cáncer de esófago y gástrico. Se justifican estudios prospectivos adicionales que evalúen directamente el microbioma oral para identificar las bacterias orales específicas responsables de esta relación. Los hallazgos adicionales pueden servir para ayudar a identificar a las personas con alto riesgo de estos cánceres», añaden los autores.
El doctor Miguel Carasol, de la Sociedad Española de Periodoncia, informa que los patógenos periodontales pueden promover la formación de sustancias cancerígenas en estos tejidos digestivos. “Las bacterias de la periodontitis y sus toxinas pasan a la sangre y pueden afectar a órganos a distancia del cuerpo humano”, señala.
Este experto aconseja una correcta higiene bucodental y seguir una dieta saludable. “La higiene oral es esencial a la hora de conservar la salud bucodental a todas las edades y es necesaria para evitar la evolución a situaciones más complicadas en la boca, como es el paso de la inflamación en la gingivitis a la destrucción de los tejidos que soportan al diente en la periodontitis, con la consiguiente pérdida de dientes”, dice.
En cuanto al papel de la dieta, el doctor afirma que “es enormemente importante para la prevención de caries y es menos determinante para salud periodontal”, aunque “sin duda, una alimentación adecuada es fundamental para conseguir calidad de vida y salud general”.
Los profesionales de Centros de Odontología Avanzada López Pintos explican que los alimentos que necesita nuestra boca son los cítricos, kiwi, arándanos, brócoli, fresas, flavonoides y los ácidos grasos omega 3.
¡Sigue una dieta equilibrada, bebe con moderación, no fumes y evita el sedentarismo!