La mejora de la productividad es una máxima que busca cualquier empresa. Porque a cualquier empresario le gustaría poder sacar un rendimiento mayor con el mismo número de recursos o de tiempo. Pues bien, hay algunos trucos con los que se puede mejorar la productividad en una empresa y los vamos a descubrir en este artículo.
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Cuenta con un buen equipo
Un aspecto fundamental para mejorar la productividad en una empresa es contar con un buen equipo. Y es que los trabajadores son el motor de cualquier compañía.
Así, los integrantes de la empresa deben ser personas profesionales y comprometidas con los objetivos. Aunque no sólo basta con tener a buenos profesionales, hay que saber dirigirlos y de vez en cuando es positivo organizar talleres formativos para poder potenciar al máximo sus habilidades y conocimientos.
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Automatiza tareas
La automatización de las tareas es otra manera de mejorar la productividad y la eficiencia en una empresa. Por si no sabes qué es la automatización puede que te ayude a conocer este término la definición de Oxford Languages que dice que es la “aplicación de máquinas o de procedimientos automáticos en la realización de un proceso o en una industria”. Es decir, la automatización apuesta por el uso de máquinas para realizar diferentes tareas.
Además, la automatización va más allá de la aplicación de máquinas para realizar tareas de manera más rápida. “Las máquinas y los sistemas innovadores no sólo ofrecen rapidez. Entre las ventajas también hay que destacar la reducción de errores, el mayor aprovechamiento del tiempo, el ahorro de materiales y la reducción del gasto”, confirman desde TECOI, empresa dedicada al diseño, fabricación, instalación y mantenimiento de estaciones de procesado de metales mediante la última tecnología.
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Trabaja por objetivos
Otra manera de mejorar la productividad en determinados sectores es implementando un sistema de trabajo mediante objetivos. No obstante, este tipo de sistema no suele funcionar bien en todos los sectores. Por ejemplo, en sectores donde la creatividad es muy importante no suele funcionar. Sin embargo, en otros trabajos suele funcionar muy bien.
Por ejemplo, pongamos el caso de comerciales. Si implantas un sistema por objetivos los empleados se sentirán mucho más motivados por conseguir la meta diaria. Si no cuentan con un aliciente realizarán su trabajo con menor motivación. Y los beneficios por alcanzar los objetivos diarios pueden ser variados como extras o salir del trabajo cuando hayan terminado, a pesar de que sea antes de su hora de salida.
Y esto no sólo puede funcionar en el sector comercial, también puede ser interesante en otros ámbitos. Por ejemplo, en la industria. Si un trabajador tiene que realizar x tareas al día si las realiza antes de tiempo puede tener un extra.
De esta manera, se consigue aumentar la productividad rápidamente en la empresa. Pero como hemos indicado, no siempre es el mejor sistema de trabajo para algunos sectores.
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Motiva a tus trabajadores
Ya hemos señalado antes que una manera de motivar a los trabajadores es a través de objetivos o premios por alcanzar metas individuales. Sin embargo, hay otras maneras de motivar a los empleados de una compañía.
Por ejemplo, la mayoría de trabajadores tienen mayor sentimiento de pertenencia hacia su empresa cuando cuenta con un horario flexible que les ayude a compaginar la vida laboral y familiar. Y cuando un trabajador cuenta con sentimiento de pertenencia está dispuesto a dar más por la empresa. Lo que aumenta a fin de cuentas la productividad.
También puede aumentar el sentimiento de pertenencia y la motivación con beneficios sociales como seguro médico privado.
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Fomenta la comunicación
Por último, es fundamental fomentar que haya una buena comunicación en la compañía para aumentar la productividad. Tus empleados deben sentirse seguros para mostrar sus inseguridades, comentar las cosas que fallan o se pueden mejorar en la empresa. Y es que como directivo o empresario es normal que no te percates de todos los errores que se producen en la oficina o área de trabajo. Pero para ello debes escuchar a tus trabajadores.
Porque pongamos el caso de que eres un jefe bastante cerrado que cuando algo no sale bien se enfada. Pues no es de extrañar que tus trabajadores prefieran callarse las cosas antes de contártelas. E imagínate que una máquina últimamente falla un poco. Pues lo más normal es que se callen y aguanten el mal funcionamiento antes de comentártelo. Lo que supone una reducción clara de la productividad.
Es por ello que una comunicación fluida en cualquier empresa es un factor de aumento de la productividad. Y por el contrario, una escasa comunicación entre los miembros de un equipo es un factor negativo.