¿Cómo puede ayudar la osteopatía a la mejora de nuestra salud?

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La osteopatía siempre se ha colocado en ese punto medio entre lo que se considera ciencia y lo que no, con muchos detractores a su favor y muchos que dudan que en verdad sea una técnica de eficiencia comprobada. No obstante, lo que no se puede negar es que cada día es más demandada entre pacientes para la sanación de ciertas dolencias y condiciones, por ejemplo aquellas relacionadas con la salud de los huesos, músculos y el sistema nervioso.

Sin embargo, la osteopatía no solo se tiene que enfrentar con aquellos que aún no creen en su efectividad en el tratamiento de la salud, sin también a aquellos que no saben de que se trata y los múltiples beneficios que ofrece.

Así que para esclarecer de que se trata este tipo de terapia y ahondar en ella, hemos consultado al equipo experto en materia de la Clínica Oscar Díaz y te contamos todo lo que necesitas saber para sacar tus propias conclusiones y darle una oportunidad a esta técnica tan curativa.

¿Qué es la osteopatía?

La osteopatía consiste en una variedad de técnicas manuales y tratamientos de carácter no invasivo que busca tratar lesiones , molestias y dolores, recuperar la movilidad del cuerpo, mejorar la postura y activar los mecanismos de autocuración de nuestro cuerpo, recuperando el equilibrio orgánico del paciente.

Una de sus principales características es que tiene una visión holística del cuerpo considerándolo como un todo y evaluándolo como tal a la hora de conseguir el origen de la dolencia a tratar, además que busca potenciar la capacidad que tiene dicho organismo para mantener unas condiciones estables favorables para la realización de sus funciones orgánicas.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud la define como ‘una medicina alternativa que trata los problemas mecánicos del cuerpo’ y que es enseñada a nivel universitario en muchos lugares del mundo. Por ejemplo, en España, es un tratamiento que ofrece los fisioterapeutas, aunque no se encuentra regulada como una actividad profesional legal. Y es que como dijimos, es una técnica que se tambalea entre lo que no se considera un tratamiento de ciencia pura, y una alternativa a la medicina convencional que trae incontables benéficos a la salud del organismo de los pacientes.

Lo importante en cuanto a todo este debate es destacar que aunque la osteopatía no sea reconocida oficialmente como una medicina, no quiere decir que sea peligrosa para el paciente. Por supuesto, siempre debe ser aplicada por un profesional en materia, en una clínica certificada y de confianza. De hecho, es en estos casos es cuando es muy importante no dejarnos llevar por el precio más bajo, ya que podríamos caer en manos equivocadas que nos ofrezcan una alternativa de sanación y más bien nos pongan en riesgo.

No obstante, el objetivo que persigue la osteopatía está muy claro. En palabras de José Carlo Gutiérrez, doctor en medicina general y portavoz médico de iSalud.com en una entrevista con Hola.com: “El objetivo de la osteopatía es garantizar el mejor funcionamiento de todo el cuerpo. Para ello, esta especialidad busca la causa y el origen de las lesiones para influir en la propia capacidad de autorregulación del organismo. Así, la medicina osteopática puede tratar disfunciones de movilidad que afectan a nuestro estado de salud (dolores articulares, molestias digestivas, dolores de cabeza, problemas circulatorios, prevención del dolor…)”

Pero, si lo que se quiere es entender a profundidad a la osteopatía y alejarnos de las controversias, y lo que se dice y lo que no, hay que remontase a sus orígenes. Fue en el siglo XIX, cuando un médico llamado Andrew Taylor Still estableció que todos los sistemas que forman nuestro cuerpo (sistema nervioso, sistema muscular, vísceras, etc.) están todos conectados entre sí, de modo que lo que pasé a uno afectará al otro y viceversa. Así, desarrolló una técnica que trata al cuerpo como un todo conectado entre sí, devolviéndole su estabilidad general.

Así, este tipo de tratamiento fue evolucionando hasta que hoy en día es conocido por sus múltiples beneficios para la columna vertebral, las alteraciones digestivas y genito-urinarias, disfunciones respiratorias (asma, bronquitis…), alteraciones del sueño, migrañas, vértigos, ansiedad, y muchas más.

Tipos de osteopatía

También es importante conocer los tipos de osteopatía a los que podemos acceder y los diferentes beneficios que nos ofrece cada uno de ellos. Así, podemos encontrar tres tipos principales: la osteopatía estructural, que se centra en el sistema musculo esquelético; la osteopatía visceral, que se centra en la estimulación y rehabilitación de las vísceras y órganos vitales; y la osteopatía craneal, que estudia la relación entre la estructura del cráneo y el sistema nervioso. Veamos cada una de ellas:

  • Osteopatía estructural

Esta técnica se utiliza mayormente para tratar problemas del aparato locomotor, es decir las patologías relacionadas con los huesos y los músculos. Para conseguirlo, propone un estudio de los tres pilares básicos del movimiento corporal: huesos, músculos y articulaciones, buscando las alteraciones que están causando la molestia para corregirlas.

  • Osteopatía visceral

Como su nombre lo dice, se centra en la movilidad y funcionalidad de las vísceras y órganos vitales: estómago, páncreas, aparato urogenital, aparato reproductor… Y al igual que el tipo anterior, analiza el comportamiento de los mismos para dar con el origen del problema y atacarlo de raíz.

  • Osteopatía craneal

Esta técnica se dedica al estudio de la estructura ósea y su relación con el sistema nervioso central. Así, busca favorecer la movilidad del líquido cefaloraquídeo de forma que se puedan atacar los problemas de tensión, traumatismos, contracturas o posturas que suelen ser los causantes de  mareos, migrañas, alteraciones de visión u oído, trastornos digestivos y otras molestias.

¿Cuándo recurrir a la osteopatía?

Ya que la osteopatía se considera una alternativa a la medicina tradicional, lo más recomendable es acudir a ella cuando estamos enfrentando dolencias crónicas y ya hemos intentando los métodos convencionales sin obtener alivio.

Igualmente, existen ciertas patologías que se consideran propicias para tratarse a través de la osteopatía, como lo son las enfermedades agudas, en las que se hayan consumido medicamentos durante un período largo de tiempo sin notar mejoras, ya que la osteopatía también puede ayudar a que tu aparato hepático y digestivo recupere su equilibrio después de los estragos causados por los medicamentos, a la vez que va aliviando la lesión que persiste.

Por otro lado, la osteopatía se le recomienda mucho a pacientes que sufren de estrés emocional y psicológico, ya que es muy buena relajando el sistema muscular, lo cual logra excelentes efectos sobre estas condiciones.

No obstante, es importante que la osteopatía no sea la base de tu tratamiento, sino más bien un medio complementario. Es importante haber acudido a otros médicos especialistas primero para una evaluación y un tratamiento de medicina convencional, porque como Gutiérrez explica:

“No debemos olvidar que el traumatólogo es el médico especialista en los traumas musculo-esqueléticos, que implican los huesos, articulaciones, tendones, músculos y nervios. Por ello, deberíamos acudir a su figura para un buen diagnóstico que descarte fracturas, problemas de la cadera, lumbago, síndrome de túnel carpiano, osteoporosis, ortopedia, prótesis, etcétera. La finalidad del traumatólogo es la de tratar quirúrgica y ortopédicamente las lesiones o anomalías de los tendones, huesos y articulaciones.

Por otro lado, el fisioterapeuta nos va ayudar con lesiones o enfermedades que necesiten rehabilitación, con el objetivo de que podamos recuperar la movilidad o aliviar el dolor de la zona lesionada. Para ello, se aplican algunas terapias como son: masajes terapéuticos, terapia del dolor, ultrasonido, laserterapia, lámpara infrarroja, gimnasia terapéutica… Así mismo, la fisioterapia es inmejorable para reducir la inflamación y el dolor muscular cónico o para ayudar a recuperar la movilidad tras una intervención quirúrgica”.

Técnicas de la osteopatía

Así como hay diferentes tipos de osteopatía, esta se vale de diferentes tipos de técnicas para lograr sus objetivos. El equipo de la Clínica Oscar Díaz nos cuenta algunas de ellas:

  • Liberación miofascial. Es una terapia manual que trabaja las adherencias entre la fascia y el músculo con el objetivo de que las fibras musculares mejoren su movilidad, y en consecuencia se puedan  evitar la aparición de lesiones.
  • Técnica de la energía muscular. En esta el paciente debe realizar una contracción muscular, mientras el terapeuta realiza los estiramientos necesarios para ayudarlo a lograr la relajación muscular.
  • Técnica de Jones”: Con esta técnica se ejerce presión sobre los puntos del gatillo, con el objetivo de aliviar los dolores.
  • Técnica de Trust”: Por medio de esta técnica se coloca las articulaciones mediante movimientos rápidos e indoloros, o lo que popularmente se conoce como crujido de huesos.

Beneficios de la osteopatía

Finalmente hemos llegado a los beneficios de la osteopatía sobre la salud del paciente como lo son el equilibrio entre músculos y sistema nervioso, mejoras en la estabilidad y el equilibrio del cuerpo y la reducción del riesgo de sufrir lesiones. Además, al ser un tratamiento poco invasivo, no produce dolor, no implica el consumo de fármacos, y lo mejor es que los resultados comienzan a observarse al corto tiempo.

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