Somos conscientes de que plantar uva es un trabajo arduo por no hablar de que cuando hablamos de las uvas hacemos referencia a una fruta que es muy delicada de plantar, de cuidar.
De hecho el tiempo de sequía, además del aumento constante de las temperaturas pueden alterar el proceso que tienen las uvas de maduración y la producción del vino que salga de ellas.
Actualmente las bodegas van adaptando los cultivos y van en busca de variedades de uvas que seas resistentes dentro de un escenario que es cada vez más cambiante.
¿Cómo puede afectar el clima a las uvas?
Te contamos que cultivar uva es un cultivo que resulta resistente y que se adapta al territorio de tipo mediterráneo, a los climas de calor y a los climas de tipo árido.
No debemos pasar por alto que en verano las temperaturas suben de una manera asombrosa, hay olas de calor que suelen ser muy frecuentes o, por el contrario, comienza a llover de una manera torrencial. Todo esto hace que los cultivos de vid se acaben estropeando.
Hay estudios científicos que nos demuestran cómo el cambio climático va alterando el ciclo natural de las uvas, en el proceso de la maduración de la uva hace que sea vulnerable a plagas y esto hace difícil que se puedan cultivar según qué tipo de variedades en determinadas zonas
Esto también puede hacer que el sabor, la textura, el olor de los vinos puedan cambiar o que incluso nos de un sabor extraño o que se llegue a estropear. Si quieres saber más sobre vinos puedes visitar esta página.
Vid y sus exigencias
La vid se trata de una planta trepadora que pertenece a la familia de Vitáceas, unos arbustos que son trepadores con un tallo que es sarmentoso y tienen zarcillos que están opuestos a las hojas. Incluímos en esta información que existen muchos tipos de uvas.
Las exigencias que tiene la vid, que se considera una planta de tipo rústica y tiene mucha adaptabilidad a la mayoría de los terrenos de uso agrícola. Podemos destacar tres grandes factores que nos pueden limitar para cultivarlo:
- Salinidad
- Exceso de caliza
- Niveles elevados de arcilla
La vid que está en estado silvestre se trata de un arbusto con raíces, tronco y con ramas cuyas raíces pueden llegar a alcanzar la profundidad de 15 metros.
Tenemos que saber las características de tipo físico químicas del terreno y de esta forma podremos seleccionar el portainjerto que se adapte de una forma óptima a las condiciones en las que se desarrollará el cultivo. Podemos ver que hay una gama de portainjertos o de patrones que resultan adecuados para toda la variedad de vid que hay.
Elegir un buen portainjerto
Para escoger un buen portainjerto debemos de identificar primeramente qué es lo que queremos conseguir ya que su uso se ha transformado en un aporte para desarrollar un negocio referente a la uva de mesa. De hecho, con los que están disponibles a día de hoy se puede enfrentar muchos de los problemas que afectan a este tipo de cultivos.
En Plantvid puedes ver todo lo referente al mundo de la vid, cómo se cosecha, el problema del cambio climático y otra serie de datos que resultan interesantes.
Este tipo de herramientas juegan un papel esencial dentro de la etapa de replante a la cual se enfrentan muchas de las huertas dentro de nuestro país, de esta manera tenemos que saber escoger el que nos resulte idóneo ya que es importante.
Antes de que se pueda elegir el portainjerto que vayamos a usar se debe de hacer un análisis de forma completa del huerto del que dispongamos, con el fin de que llegamos a hacer un diagnóstico de forma certera acerca de la condición de éste.
El empleo de un portainjertos permite que podamos tener una mayor uniformidad, una precocidad, todo tipo de rendimientos además de la calidad de la fruta que podamos obtener en plantas que estén injertadas. Tenemos que hacer que se adapten de una forma mejor al medio en el que están plantadas.
Tenemos que añadir que, con respecto a la vid, hay factores vivos, así que de esta forma el complejo de replante se puede ocasionar por la presencia de nemátodos y con problemas con el suelo.