Acabamos de comenzar el año 2025. Es el momento perfecto para comenzar con las promesas. Es cierto que casi nunca se acaban por cumplir ninguno. Una muy clásica es la de aprender inglés, otra la de comenzar una dieta o incluso pasar menos tiempo en el móvil. Pero la que se lleva el primer premio, la promesa que es la reina de la corona, es la de apuntarse al gimnasio.
Y sí, vamos a hacer la gracias, pero es cierto. Hay que apuntarse que es lo fácil, pero luego hay que ir. Y es aquí donde comienza lo duro. Ahora bien, si eres de los que tienes mucha fuerza de voluntad y vas en serio con esto de ir al gimnasio, también tienes que tener en cuenta la importancia de la alimentación.
Y es que de nada sirve pasar dos horas en el gimnasio, sudando de lo lindo con dolor hasta en las muelas, si luego cuando llegas a casa te está esperando un bocadillo de chorizo frito (menuda delicia), unos callos o un kilo de chocolate.
Por eso, si estás empezando a hacer ejercicio, tienes que saber que la alimentación es clave para mejorar tu rendimiento, facilitar la recuperación y alcanzar tus objetivos. En este caso ya puede ser ganar músculo, o perder grasa o incluso mejorar resistencia). Aquí tienes algunos alimentos clave que no pueden faltar en tu alimentación si has comenzado a darle duro en el gimnasio.
Alimentos recomendados
Proteínas magras. Las proteínas magras son las mejores si has empezado el gimnasio. Aquí metemos unas carnes que son clásicas y que todos sabemos que no engordan. El pollo, el pavo, los huevos, el pescado, en este caso el salmón o el atún. No nos podemos olvidar del famoso tofu y de las legumbres. Seguro que conoces a muchos aficionados al gym que se han comido dos o tres kilos de pechugas, ¿verdad?
Carbohidratos complejos. Quizás no lo sabías, pero algunos alimentos como la avena, el arroz integral, la quinoa, la batata o el pan integral. Estos son básicos en la alimentación para una persona que ha comenzado a coger pesas o hacer horas de cardio.
Grasas saludables. Las grasas pueden sonar a malas, pero en este caso queremos hablar de las grasas saludables, que esas, como su nombre indica, son las mejores y nos van a venir muy bien para regular nuestro cuerpo. Aquí podemos meter el famoso aguacate, los frutos secos, el maravilloso aceite de oliva, las semillas de chía y de lino.
Frutas y verduras. Todas las dietas para gente que está en el gimnasio tiene que incluir frutas y verduras, en general para todas las personas. Aquí no pueden faltar el plátano, que en este caso es ideal para la energía, las bayas, que son antioxidantes, las espinacas o el brócoli, ese alimento que tiene tanta mala fama, pero que es buenísima.
Otro clásico que no pueden faltar son los lácteos o alternativa. En este cajón desastre podemos meter el Yogur griego, kéfir, leche de almendras o de vaca. Por supuesto hace años no lo hubiéramos dicho, pero ahora mismo todo esto dependerá según la tolerancia.
Y algo que es obligado, además en el gimnasio también, la hidratación. Agua, mucha agua durante todo el día, pero que también se pueden sustituir por agua de coco, infusiones, electrolitos naturales, es decir, el famoso agua con limón y sal.
Cómo se cocinan
Y ojo, porque también tiene mucho que ver la forma de cocinarlo y dónde. Sí, el tipo de cocina puede influir en la calidad de los alimentos que preparas.
Por ejemplo, una cocina de inducción, suele ser más rápida y eficiente. Además, tiene un control preciso de temperatura y vas a tener menos pérdida de nutrientes en verduras porque el tiempo de cocción es menor. En este caso, este fue mi opción. Contacté con Modular Cocinas, expertos en estas lides, para que me pusieran una cocina cosmopolita, con grandes extraíbles y todos sus muebles altos de apertura horizontal, pero pensando en la posibilidad de cocinar sano y rico.
En la cocina de gas, vas a tener una cocción más tradicional, pero puede dar sabores más ricos, sobre todo en carnes y asados. En este caso, permite saltear mejor, por eso es ideal para wok o técnicas asiáticas, que son alimentos supersanos. Eso sí, es menos eficiente que la inducción, lo que puede hacer que algunos nutrientes se pierdan con más calor.
En resumen, como has podido comprobar, la inducción es ideal si buscas rapidez y control de temperatura, el gas para técnicas más tradicionales y la eléctrica para preparaciones más lentas. Ahora bien, pregunta siempre a los expertos en la materia.